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El Mundo

 

 

También es importante tener en mente los escenarios dónde sucede la acción. Si nos queremos basar en lugares muy concretos, los que ya tienen nombre y apellidos –cómo elegir... la ciudad de Nueva York, por ejemplo –deberíamos tener en cuenta los conocimientos que tenemos de ese lugar y de las costumbres y los hábitos de las personas que puedan vivir allí... ¡ES IMPORTANTE! Porque nuestra historia pasa en aquel lugar concreto del planeta, y nuestros PERSONAJES se comportaran de una manera u otra dependiendo de ello. Por ello, a veces es más sencillo partir de sitios que conozcamos muy bien, o incluso que creemos unos escenarios totalmente nuevos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si nos decantamos por la segunda opción, pensad en haceros un mapa mental del lugar, que muy probablemente será útil para vosotros y para vuestros lectores también. Además, siempre lo podéis incluir en vuestra historia, para que los lectores se adentren de una forma más profunda y definida al mundo que vosotros habéis creado. También pensad en poner unas reglas, sobre todo si es un relato fantástico. Aunque luego no las incluyáis en el relato, es útil saber si hay magia, si hay gravedad, si existe la tecnología, si los ciudadanos viven gobernados por un tirano... Contra más lo acotéis, mejor para luego poder tenerlo todo muy claro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por otro lado, si os decidís por basaros en un escenario real, podéis trasladaros allí, y ver qué tienen a su disposición los personajes, o dónde hay qué. Aunque luego no sea 100% idéntico al original, es muy útil para que luego os podáis inspirar. Así que... ¡sacad unas cuantas fotos o ir hasta allí! ¡La inspiración viene si uno la busca!

 

Maria Ballestero

Leyes de la Robótica de Isaac Asimov.

Fuente: banco de imágenes de Google.

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