Animación. Historia

 

 

 

 

La animación es el proceso de captar movimiento mediante series de dibujos. Podriamos afirmar que el cine y la animación han crecido cogidos de la mano, ya que los dos eran la meta para crear la ilusión de movimiento sobre un elemento plano o pantalla. La animación nos trajo el cine y el cine la animación.

 

El primer intento considerado como la creación ilusoria de movimiento fue con la linterna mágica, y es que era algo mágico para las personas de esa época poder ver el movimiento de una ilustración proyectada en un aparato. A partir de este momento, los estudiosos de este campo con grandes inquietudes empezaron a experimentar con juguetes ópticos:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ese aparato fue el percusor para que luego los hermanos Louis y Auguste Lumiére crearan su famoso cinematógrafo (1895) que se encargaba de captar imágenes fotograma a fotograma por una cámara. Este fue el invento definitivo para el cine, pero ¿qué se había hecho de la animación? Una vez el hombre ha conseguido representar la realidad en movimiento, ¿qué pasaba con esas imágenes nacidas antes que la fotografía que eran los dibujos? Ellos también merecían estar dotados de movimiento.

 

La diferencia entre el cine y la animación, es que para el cine ya habían encontrado el aparato perfecto para captar las imágenes por fotogramas y facilitar todo el trabajo de unir estas imágenes. La animación por su lado, se tenía que crear dibujando fotograma a fotograma el movimiento de una escena. Un faena más que costosa y sin una estructura de trabajo establecida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A partir de este momento, otros autores empezaron a realizar sus películas utilizando la misma técnica de fotograma a fotograma, con un pequeño margen de experimentación como por ejemplo pintar algunos fotogramas, o la interacción con el personaje animado. Aunque estas películas duraban menos de media hora, porque, como podemos comprender, realizar unas 4.000 imágenes, todas originales creadas desde un espacio en blanco, era un gran esfuerzo. Gracias a Earl Hurd, inventor del acetato de animación, se podían trazar y pintar objetos o sujetos en una hoja transparente que se podía superponer a la siguiente hoja y que podían constar de un fondo fijo. Además, gracias a la trasparencia de esas hojas no era necesario volver a dibujar los elementos fijos como el fondo o los elementos que no tenían ningún movimiento de un fotograma a otro como algunas partes de un sujeto o algún objeto. Esta aportación revolucionó la industria de la época y facilitó muchísimo el trabajo de los animadores. De modo que ahora ya se podían lograr películas de animación más largas, como la que hizo el italiano Quirino Cristiani en 1917 con una duración de 70 minutos.

 

 

Y como no, el boom de la tecnología tenia que aparecer también en el mundo de la animación para facilitar más el trabajo, permitiéndonos las incrustaciones en la animación por ordenador y dando paso a la animación en 3D, la cual fue un hecho “oficial” a partir de Toy Story, nacida de la unión de Disney y Pixar en 1995. Fue la primera película realizada completamente con ordenador, aunque Disney ya había experimentado con la técnica 3D en algunas de sus anteriores películas.