Hay que remontarse al siglo XIX a.C para encontrar las primeras ilustraciones constatadas hasta la fecha incluidas en: el Papyrus Ramessus y el remoto libro de Los muertos.
Desde entonces, las ilustraciones son un constante de todas las épocas y culturas y han servido de fuentes informativas a las generaciones venideras. Quizá las más conocidas de la época antigua sean las ilustraciones egipcias por lo avanzada que estaba aquella civilización y lo mucho que se ha estudiado de ella.
Ilustración Egipcia, Libro de los muertos. Fuente: redsafeworld.net
Tras la Edad Antigua, y las ilustraciones totalmente manuales, llegaría la Edad Media y con esta la ilustración de libros impresos. Un hecho destacadísimo para extender el conocimiento a las clases más desfavorecidas que no tenían conocimientos de lectura. Y si durante la Edad Media ya se destacaba la figura del ilustrador que ornamentaba con sus creaciones decorativas aquellos textos que eran calcados por los escribanos; en la Edad Moderna se realizarían importantes avances técnicos.
En primer lugar, las impresiones en dispositivos de madera también reproducirían ilustraciones, especialmente de carácter religioso a las que en la parte inferior se les dispondría un pequeño texto. En segundo lugar, se crean los tipos de metal independientes con los que se desarrollaría paralelamente una tinta específica para la impresión de ilustraciones dándoles un acabado distinto. Pero sin duda el mayor salto ilustrativo surgiría en la Edad Contemporánea, y un destacado papel en el aumento del realismo ilustrativo lo tendría el nacimiento de la fotografía.
Daguerrotipo Giroux, una de las primeras cámaras producidas comercialmente.
Fuente: spanish.peopledaily.com
Pero no sólo aumentaría el realismo, también la calidad de los trabajos ilustrativos gracias a los adelantos industriales y tecnológicos. El trabajo del ilustrador tradicional puramente manual y más tarde ayudado por los avances mecánicos abrió pasa a la nueva era digital que impera actualmente en combinación con las técnicas anteriores. Los ilustradores se sirven hoy de programas informáticos como el Adobe Photoshop o el Adobe Ilustrator para ahorrar tiempo en sus trabajos y evitar las infinitas repeticiones hasta llegar a la creación final deseada. Pero los nuevos programas informáticos no dibujan solos, necesitan de una mente humana pensante.
Algunos ilustradores siguen utilizando primeramente el papel y luego escanean el dibujo y le aplican los retoques pertinentes en el programa seleccionado; otros sin embargo optan por crear digitalmente su obra directamente en el programa seleccionado valiéndose de la tarjeta gráfica.
Tablet Asus con un dibujo. Fuente: xataka.com
A pesar de las enormes ventajas que muestra la digitalización del trabajo del ilustrador, esta nueva y reciente era también tiene algunos aspectos negativos. Los profesionales de la ilustración en la actualidad recriminan que la digitalización ha pervertido mucho lo que se considera un buen trabajo. Ahora es posible que cualquier persona sin formación y conocimiento sobre la materia, pueda fácilmente hacer un dibujo, pasarlo por un programa de ordenador, disponerle unos colores limpios, imprimirlo en un buen soporte y aparentar ser un trabajo semi-profesional por el gran acabado que se le otorga.
Irene Díaz